Un día tan especial merecía una tarta muy especial, con unos cuantos modelados fondant.
Alan, que así se llama el pequeñajo, es un niño precioso, con unos ojazos... muuuuuy grandes y sobre todo expresivos. ¡Es más simpático!
Que decir de los gatitos de la familia, tampoco podían faltar.
En el interior tenemos un sabroso bizcocho Madeira Sponge Cake (uno de los más indicados para tartas fondant con decoración). Y de relleno lleva una capita de Lemond Curd y una buttercream de queso aromatizada con limón.
He intentado darle un toque gracioso y divertido.
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